Comentario del Prof. Andrés Cáceres a nuestro libro "PlexoPerú: poesía y gráfica Perú- Chile"

La vida va dejando muestras de lecciones y al momento de que una persona se desarrolla en la cotidiana convivencia entre sus seres queridos, hace que los recuerdos se conviertan en poesía gráfica, entre la ficción y la realidad.


PlexoPerú es un conjunto de poesía y gráfica visual, que se entrecruza con artistas y poetas que ramifican sus sentimientos a través de imágenes y palabras, plástica visual y poesía escrita en un diálogo geopolítico de ciudades chilenas y peruanas. Siempre buscando el valor estético y ético por medios de poetas y artistas gráficos como lo son Nilton Santiago y Edwin Rojas, Gonzalo Pantigoso y Axel Ekdahl, Óscar Ramírez y Claudia Cataldo, Elí Urbina y Patricio Bruna, Luis Cruz y Marko Molina. También Natalí Aranda y Verónica Noriega, Héctor Santelices y Zoila Reyes, Claudia Jara y Carolina Salinas, André Meyer y Daniel Cotrina, Patricio Bruna y Marco Durán.


En ellos se mezcla la voz poética como palabra esencial en el tiempo, autobiografía sociomarginal, lenguaje descarnado, metáforas de una propuesta innovadora, que se sumerge en una realidad regional y local, resistiendo una memoria hecha de historias mínimas y cotidianas. Vale decir, verdaderos plexos culturales que son catalizadores de la tradición y la vanguardia.


Se abre, entonces, una nueva escritura, que se abre a nuevos plexos culturales, una escritura geopolítica que renueva el imaginario social. El fin es poner en crisis la representación, cuestionar la rutina convencional mediante la preocupación por una nueva designación poética-gráfica. Esta crisis tiene el gesto transgresivo que concierne al límite. En este juego entre el límite y la transgresión está el espacio de la incertidumbre. Es la glorificación del desborde: de la palabra encadenada en la tradición al brinco de lo impensado de la vanguardia.


Del mundo como espacio de inscripción de una escritura tradicional a la apertura y distribución espacial de los signos en su juego regulado por la palabra y la grafía, es el corrimiento propio de una archi-escritura, concebida como condición de todo lenguaje. En consecuencia, el plexo poesía y gráfica es una pliegue que articula la diferencia.


Imagen gráfica y objeto poético van de la mano. Este pliegue cultural y geopolítico entrama las palabras y las cosas en un giro que da preeminencia al discurso de la desobediencia, murmullo incesante de una transgresión que ironiza el significado de la certeza tradicional. Pero que a la vez, trata de que las palabras proyecten sus propias sombras en su relación con las cosas, moldes que tienen su punto de apoyo en la fecundidad y productividad de un arte pictórico-literario, que hace de la subversión su propio claroscuro.


Entonces, hay un grupo emergente de poetas/artistas chilenos/peruanos que trabajan, tensionan y rearticulan la frontera entre poesía y la gráfica. Poetas que atienden a la página y al libro como soporte y que problematizan el objeto-libro mediante recursos visuales e iconográficos. Es otra lectura, la del devenir como espacio de la diferencia. Otra narratividad, la del desborde de la palabra a la gráfica.


La nueva lógica es la ramificación, el plexo cultural y geopolítico que integra poesía y gráfica. Pliegues de sentidos donde la integración de los países tiene la metáfora del plexoAmérica y plexoPerú..


Plexo y pliegue, ramificación y expansión del texto. Intento de crear nuevas relaciones entre los signos, los significados y el referente. Ruptura y transgresión como fondo de obra. Ahora los poetas y los gráficos nos refrescan con nuevas voces e imágenes, un devenir de integración de ambos pueblos. La gráfica cruza la frontera geopolítica e intenta expresar lo impensado: el plexo cultural. Al danzar juntos poesía y gráfica, crean un espacio de significados visuales de gran poder, que invitan a descubrir al GRAN ARTISTA Y HACEDOR DEL UNIVERSO.


La imagen gráfica en sí misma es poesía. Es el pliegue entre sentimiento y pensamiento. Es la belleza del ser humano, que conmueve como articulación auto-reflexiva. La magia del pliegue poesía y gráfica es lo que se llama ARTE.


En síntesis, el hombre moderno debe descubrir un nuevo espacio sagrado, no religioso, que sea el punto de convergencia entre la poesía y la imagen: la metáfora surrealista. Todo poema, en última instancia, es una metáfora que tiene que señalar algo más que mero lenguaje. La poesía es forma que se abre al mundo gráfico, se hace espacio donde la realidad tal cual, brota. La poesía significa tiempo que se manifiesta en el ahora y presencia que reconcilia los tiempos pasado y futuro. En consecuencia, la poesía es una forma de acercarse a “la otra orilla”, allí donde los contrarios se unen, es decir, la palabra se hace imagen y grafía, que es una manera de vencer la soledad, la pobreza del yo encerrada en sí mismo. Y cuando se dice que la literatura es lenguaje, lo será a condición de entender que, cuando se habla de lenguaje, se habla de pliegues, plexos y redes de visiones del mundo. Precisamente PlexoPerú representa este proyecto estético.





Andrés Cáceres Milnes

Doctor Universidad de Playa Ancha

Valparaìso, Chile


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